Muchos escritores han dado por llamarle a este "el día del silencio de Dios" justo como cuando pasamos en la vida por días grises y parece que Dios esta ausente. Pero como dice en su canción Danny Berrios "cuando Dios calla es porque esta trabajando"
La Biblia no ofrece este relato literalmente, pero lo deja
ver en las cartas posteriores de apóstoles tardíos como Pablo de Tarso quienes
aseguran tuvieron revelaciones directas del mismo Cristo y según estos escritos en el primer Sábado Santo se dio una batalla épica,
determinante. Jesús mismo peleó contra el infierno y contra la muerte (1) y
le arrebato la llave que le permitía sujetar a las almas bajo su dominio (2),
además peleó el derecho de darle a los hombres comunes la potestad de poseer
dones especiales departe de Dios (3) y de resucitar también junto a él, en un
día futuro.(4) Valla, ¡si que fue importante el sábado!
Aunque es cierto que no fue un día fácil para los que lo
vivieron desde la perspectiva terrenal. En efecto fue un día de mucho dolor y
decepción, su líder había muerto y con el todas las promesas y sueños en
conjunto. Sin embargo cabe mencionar que fue tan doloroso porque ellos
olvidaron lo que les había prometido: que “era
necesario que padeciera todo lo que padeció pero que iba a resucitar”, en
algún momento en medio del dolor se les olvido este pequeño gran detalle.
Es curioso pero los compas de espera en las historias
bíblicas son siempre por causa de los hombre y no de Dios, pienso que a Jesús
lo mismo le daba resucitar el mismo viernes y hacer en segundos todo lo que
necesitaba para obtener los mismos resultados, sin embargo el plan delante de
los hombres no se habría consumado de la misma manera. Coincidentemente este "sábado de
espera" sucedió en un día Sabbath, el día sagrado de los judíos, un día en el
que se demandaba de parte de Dios no hacer ninguna labor sino “confiar” en Dios,
en que su provisión alcanzaría para cubrir un día sin trabajar. Un día de
descanso, de reposo, de confianza. Dios quiere que creamos por fe, que activemos
ese don dentro de nosotros. Si resucitaba públicamente el viernes, todos hubieran
“creído” pero en verdad no por fe sino por vista.
El Sábado de Gloria es un llamado a la reflexión en la
provisión de un Dios poderoso y además muy bueno, es una invitación a “confiar”. Yo he visto como las cosas
negativas cambian cuando invoco el nombre de Jesús, he recibido paz
sobrenatural en esos “compas de espera”, y una saludable resignación ante aquellas
cosas que no puedo cambiar. Justo como reza la oración de serenidad escrita por
Reinhold Niebuhr durante La Segunda
Guerra Mundial: “Dios, concédeme la
serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar
las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo
un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como
un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal
y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las
cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser
razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la
siguiente.”
Es cierto que hay situaciones que no
se pueden cambiar y que nos duelen muchísimo, como la partida de algún ser
querido, enfermedades que no ceden fácilmente, la perdida de cosas materiales,
posiciones, trabajos, hogares etc.
Pero es increíble como en
esos momentos difíciles cuando meditas en Dios las perspectivas cambian de
manera asombrosa y puedes confiar en que “a
los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien” (5) ,es decir aunque
no entendamos, sentimos paz.
Me parece que llamarle a este día “Sábado de Gloria” es lo
mas indicado por todo lo que ahora sabemos pero si le preguntáramos a los
discípulos, aquel día tuvo de todo menos “gloria”, así que si tu estas hoy en
un “sábado de dolor” como fue entonces, te invito a confiar que mientras tu estas
quizá llorando, Dios está librando una
gran batalla a tu favor (aunque tú no te des cuenta), confía en que este es
solo “el compas de espera” y que siempre habrá un Domingo de Resurrección en tu
vida.
Me interesa mucho tu comentario, por favor déjalo abajo y si te gusto te agradecería lo compartieras en tus redes, abajo están los links.
CITAS BIBLICAS USADAS (1)
Hebreos 2:14 (2) Apocalipsis 1:18 (3) Efesios
4:8-10 (4) 1 Tesalonicenses 4:16 (5) Romanos 8:28
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