sábado, 26 de marzo de 2016

SABADO DE GLORIA O SABADO DE DOLOR...



Muchos escritores han dado por llamarle a este "el día del silencio de Dios" justo como cuando pasamos en la vida por días grises y parece que Dios esta ausente. Pero como dice en su canción Danny Berrios "cuando Dios calla es porque esta trabajando"

La Biblia no ofrece este relato literalmente, pero lo deja ver en las cartas posteriores de apóstoles tardíos como Pablo de Tarso quienes aseguran tuvieron revelaciones directas del mismo Cristo y según estos escritos en el primer Sábado Santo se dio una batalla épica, determinante. Jesús mismo peleó contra el infierno y contra la muerte (1) y le arrebato la llave que le permitía sujetar a las almas bajo su dominio (2), además peleó el derecho de darle a los hombres comunes la potestad de poseer dones especiales departe de Dios (3) y de resucitar también junto a él, en un día futuro.(4) Valla, ¡si que fue importante el sábado!

Aunque es cierto que no fue un día fácil para los que lo vivieron desde la perspectiva terrenal. En efecto fue un día de mucho dolor y decepción, su líder había muerto y con el todas las promesas y sueños en conjunto. Sin embargo cabe mencionar que fue tan doloroso porque ellos olvidaron lo que les había prometido: que “era necesario que padeciera todo lo que padeció pero que iba a resucitar”, en algún momento en medio del dolor se les olvido este pequeño gran detalle.

Es curioso pero los compas de espera en las historias bíblicas son siempre por causa de los hombre y no de Dios, pienso que a Jesús lo mismo le daba resucitar el mismo viernes y hacer en segundos todo lo que necesitaba para obtener los mismos resultados, sin embargo el plan delante de los hombres no se habría consumado de la misma manera. Coincidentemente este "sábado de espera" sucedió en un día Sabbath, el día sagrado de los judíos, un día en el que se demandaba de parte de Dios no hacer ninguna labor sino “confiar” en Dios, en que su provisión alcanzaría para cubrir un día sin trabajar. Un día de descanso, de reposo, de confianza. Dios quiere que creamos por fe, que activemos ese don dentro de nosotros. Si resucitaba públicamente el viernes, todos hubieran “creído” pero en verdad no por fe sino por vista.



El Sábado de Gloria es un llamado a la reflexión en la provisión de un Dios poderoso y además muy bueno, es una invitación a “confiar”. Yo he visto como las cosas negativas cambian cuando invoco el nombre de Jesús, he recibido paz sobrenatural en esos “compas de espera”, y una saludable resignación ante aquellas cosas que no puedo cambiar. Justo como reza la oración de serenidad escrita por  Reinhold Niebuhr durante La Segunda Guerra Mundial: “Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la siguiente.”

Es cierto que hay situaciones que no se pueden cambiar y que nos duelen muchísimo, como la partida de algún ser querido, enfermedades que no ceden fácilmente, la perdida de cosas materiales, posiciones, trabajos, hogares etc.
Pero es increíble como en esos momentos difíciles cuando meditas en Dios las perspectivas cambian de manera asombrosa y puedes confiar en que “a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien” (5) ,es decir aunque no entendamos, sentimos paz.

Me parece que llamarle a este día “Sábado de Gloria” es lo mas indicado por todo lo que ahora sabemos pero si le preguntáramos a los discípulos, aquel día tuvo de todo menos “gloria”, así que si tu estas hoy en un “sábado de dolor” como fue entonces, te invito a confiar que mientras tu estas quizá llorando, Dios está  librando una gran batalla a tu favor (aunque tú no te des cuenta), confía en que este es solo “el compas de espera” y que siempre habrá un Domingo de Resurrección en tu vida.


 
Me interesa mucho tu comentario, por favor déjalo abajo y si te gusto te agradecería lo compartieras en tus redes, abajo están los links.
CITAS BIBLICAS USADAS (1)    Hebreos 2:14 (2) Apocalipsis 1:18 (3) Efesios 4:8-10 (4) 1 Tesalonicenses 4:16 (5) Romanos 8:28

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomarte el tiempo de dejar tu comentario, me será muy util