martes, 22 de mayo de 2012

ARJONA MONUMENTO A LA PERSEVERANCIA


¿Quién diría, quién diría? Como dice su canción,

que un día, Edgar Ricardo el niño antigüeño, crecido en la colonia Atlántida zona 18, llenaría dos veces el Estadio Mateo Flores. Que los guatemaltecos harían cola desde medio día para verlo y que las playeras con su rostro se venderían por montón. Por supuesto no es la primera vez, ni será la última localidad que llena en Guatemala y donde se le antoje. Por ejemplo: El Zócalo en México, el Luna Park en Argentina, El Madison Square Garden en Nueva York, o imponer el record de asistencia en Viña del Mar en Chile. Esto aparte de vender discos por millones.

Quien diría, la primera vez, que oí “Jesús Verbo no sustantivo” fue hace ya mas de 25 años, en un concierto de esos de protesta. Una canción bonita pero sin futuro, pensé. Mi segundo encuentro furtivo con el escuálido chico de aquel entonces, fue en la banca de una radio, yo buscando una plaza como locutor, el rogando por enésima vez que le pusieran alguna canción de su primer disco. La tercera vez, no fue mejor, era un concierto en la Plaza de Toros, abría el concierto para otro grupo famoso. Con su guitarra y una lucecita blanca en el centro, cada vez que terminaba una canción la gente aplaudía frenéticamente pero no por él, sino para decirle que ya terminara, y coreaban el nombre del grupo que era el protagonista de la noche, para el cual por supuesto su se encendieron las mil y una luces del escenario.

Quien diría, que aquel habilidoso basquetbolista de la Selección Nacional que una vez anotó mas de 70 puntos, tuvo que irse para probar suerte en México. Inició escribiendo canciones para otros, pero se tardaban tanto en pagarle que tuvo que actuar en una novela, algo que no le gustó (según cuenta el mismo), pero fue la única forma de agenciarse algo de dinero. Probó en Argentina, no por la puerta grande, sino tocando en las calles y recibiendo monedas en la valija de su guitarra.
Quien diría, quien represento sin pena ni gloria a Guatemala en el OTI un día recibiría la Orden Rafael Álvarez Ovalle de manos del presidente. No lo digo despectivamente, sino mas bien con admiración, pues al parecer no ha habido fracaso que pueda detenerlo. Como bien enuncia en otra de sus canciones “El Problema, no es problema” el problema es lo que creemos y obviamente aunque en sus inicios casi nadie creía en el, ¡él sí!
Quien diría que aquel maestro de escuelita de la zona 18 capitalina, un día seria el centro de una campaña de identidad nacional, y que nos diría que tenemos lo que necesita para triunfar. Y quién diría que ¡le creeríamos!, sí… ¿cómo no? Si es un chapín como cualquiera de nosotros y… ¡lo logró!
Quien diría que el mismo chico que cuando oyó por primera vez su canción mientras vendía shucos en el centro histórico, y que no creía que llegaría a ningún lugar, también aprendería a creer y al escribir esta nota sería presentador del Noticiero de mayor rating en Guatemala.

Quien diría que cuando uno se determina a hacer algo se pueden lograr, aún los sueños mas imposibles.

Arjona levantó un monumento a la perseverancia, yo… estoy en eso. ¿Y usted?

Juan Carlos Sasbin, Coach de Vida y Motivador.
(Gracias por escribir un comentario)

miércoles, 9 de mayo de 2012

MI MAMA ES UNA ANALFABETA

¡ Y no lo digo con vergüenza, sino con mucho orgullo !


                                               (en foto doña Julia Sasbin Bantes)

Hoy quiero dedicar mi escritura a la mujer que no tuvo acceso a los beneficios que la vida ofrece pero que desde sus limitadas posibilidades no solo me trajo al mundo sino que se aseguró que tuviera un buen futuro. Ella me dió la mejor enseñanza de todas, su ejemplo. También quiero dedicar esta nota a todas aquellas madres solteras que al igual que mi mami han tomado el reto de afrontar la vida sin el apoyo de un hombre pero que se han determinado a sacar adelante a sus hijos.


Al momento de escribir esta nota mi madre ya sabe leer y escribir alguna letras, ella no quiso ir más lejos, y quien soy yo para obligarla, si al fin y al cabo no lo ha necesitado. Con todas las limitaciones que la vida le presentó, hizo de mi hermana y de mi, dos personas académicas y honradas. Ella alquiló toda su vida, pero algo nos enseño que hizo que mi hermana Cristina y yo, tengamos nuestra casa propia. Sin duda a donde he llegado en la vida, se lo debo en gran parte a ella.


Lo que se de ella comienza a muy temprana edad, de adolecente quedo huérfana de madre y su padre, mi abuelo, se hundió en el alcohol de la tristeza. Por lo tanto se vino del campo a trabajar a la ciudad para poder seguir manteniendo a sus hermanos pequeños.


Aquí ingenua, cayó en los engaños no de uno, sino dos hombres que solo le regalaron dos hijos y luego partieron rápidamente. Uno había formado un hogar anterior y mi padre salió huyendo hacia  Estados Unidos y nunca más supimos de él.


Algo tengo claro, ella renunció a si misma por sus hermanos primero y por sus hijos despues. Para darnos estudio trabajó como empleada domestica, lavo y plancho ajeno, hecho tortillas, cocino, fue mesera de restaurante, trabajo de todo honrada y esforzadamente, para que nunca nos faltara la comida, quizá sencilla pero nunca faltó. Ahh y cómo olvidar, ya mis básicos y diversificado demandaban más ingresos, así que se las ingenio para colocar una venta de Shucos en la 6ta avenida y 8va calle de la zona 1 frente a la empresa eléctrica, trabajamos de noche y madrugada pero logró graduarme de Perito en Mercadotecnia y Publicidad carrera con la que aún hoy me gano la vida.



Cuando nací, tuvo la oportunidad de salir de pobre. Una familia le ofreció comprarle el bebe (yo) y le daba a cambio  ¡Una finca!  Lo cual ha sido su sueño de toda la vida. A Dios pido me la de muchos años para que pueda cumplirle ese sueño. Porque obviamente no me vendió, se la jugó conmigo, que en muchas ocasiones no le tuvo cuenta, porque un “nene bueno”, nunca fui eh. Hasta ahora de grande que las enseñanzas que recibí de niño dieron su fruto y enderecé mi vida, también gracias a Dios y a mi esposa, “pero eso es otra historia que les contare algún día”


Ella me enseño a levantarme temprano, a trabajar duro y a acostarme hasta que hubiera cumplido mi meta del día, sin ese ejemplo no aguantaría el duro ritmo de la carrera que escogí. Ella a sus casi 70 años sigue trabajando con mi hermana le hemos insinuado que deje de hacerlo, pero no… ella es un roble que morirá de píe. Por favor Dios que sea como a los 100 años.


Mi mamá es una mujer extraordinariamente humilde, ya no “pobre” gracias a Dios, humilde, nada glamorosa. Hubo un tiempo, en mi juventud que quise cambiarla, ahora me arrepiento porque no lo necesita, luce extraordinariamente bella en playera blanca, suéter de manga corta y su infaltable delantal. (De donde muchas veces de joven le saque varios billetes) lo menciono porque por ahí andan muchos que se avergüenzan de sus padres, de su ropa y su ignorancia de la tecnología actual, solo les digo que recuerden que cuando ustedes eran completamente ignorantes, indefensos y desnudos, ellos dieron su vida por ustedes. Por eso le puse un titulo tan despectivo, porque quería hacer énfasis que desde una profunda necesidad ella nos saco adelante, si hubiera tenidos los recursos que hoy tenemos, uff solo imaginarlo es glorioso.


Y es que es curioso, no me lo explico como una mujer iletrada, inspiró a sus hijos y nietos a ir a los más altos niveles académicos, algo hay en la sabiduría sapiensal que hizo de este mundo lo que hoy es, aunque ni sepan como funciona, pero así es. Ellos, nuestros ancianos allanaron las carreteras por las que hoy circulamos tan arrogantemente.


A las mamas solteras especialmente pero también a las casadas, mi mama les diría todo en una sola palabra… ¡ Nunca se Rindan ¡


Doña Juliana,  gracias por enseñarme a “no rendirme”, ni ante la enfermedad, ni ante la adversidad y menos ante los abusivos, de verdad te digo, nunca note la ausencia de mi papa, nunca me sentí desprotegido, te amo… desde lo mas profundo de mi corazón, tu hijo Juan Carlos Sasbin.