martes, 28 de junio de 2016

LA UNIDAD HACE LA FUERZA. Islandia lo ha demostrado una vez más



Los jugadores islandeses celebran el triunfo a Austria con su afición /Thibault Camus (AP)

Uno de los argumentos por lo que en Guatemala no hemos logrado ser relevantes en deportes de equipo y particularmente en el futbol es que “somos pequeños” que “no tenemos procesos”, “que no se invierte lo suficiente” o incluso hemos dado argumentos como que nuestra alimentación y por ende nuestra constitución física no se equipara a la de los deportistas de las potencias mundiales.

Todos esos mitos el país de Islandia nos hizo el favor de botarlos. Esta nación más pequeña que Guatemala, 70 puestos más abajo en el PIB que nosotros. Con apenas 300 mil habitantes (nosotros somos 16 millones) y con menos de un siglo de historia independiente. Esta pequeña isla perdida en el océano entre Europa y el Reino Unido, le enseño al mundo que la grandeza no está en las circunstancias, sino en la mente. Y en un esfuerzo conjunto, sí, esos 300 mil se unieron a sus 11 guerreros y los prepararon para creer que es posible vencer a una súper potencia como Inglaterra; que como nunca antes se pensaba estaba lista para regresar a la grandeza que les compete por ser los creadores del futbol. Los ingleses todavía se preguntan cómo sus antiguos súbditos les arrebataron la gloria de Eurocopa de las manos. Ah “pero ellos son grandotes, canchitos y bonitos” me dirá usted, bueno ahí esta Chile que hizo lo propio con Argentina, sus ojos arrojaban fuego de la determinación que tenían por la Copa América y por segundo año consecutivo derrotaron al gigante del continente. Y ellos son morenitos, chiquitos y chinitos como la mayoría de nosotros.


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Si usted encuentra más argumentos para rebatir mi punto de vista lo respeto, pero déjeme decirle que yo prefiero creer en los hechos fáticos y ellos me dicen que cualquier pequeño puede llegar a ser grande si se lo propone y se une a los suyos en un esfuerzo conjunto. Espero personalmente algún día demostrárselo en carne propia y me pueda ver conferenciando junto a mi equipo de conferencistas a la par de gente como Cala, John Maxwell o Tony Robbins.

Pero no era por el deporte que quería tocar este tema, ni mucho menos por mí, lo quería abordar porque lamentablemente hoy estamos sufriendo nuevamente la desunión y desesperanza en nuestra vida nacional. Nos vuelve a pasar lo de siempre: desde nuestra conquista ¿sabe usted que Pedro de Alvarado y su puñado de hombres, no tenia chance de ganarle ni media batalla a los Mayas?, pero para conseguir sus propósitos dividió a las tribus y los hizo traicionarse unos a otros y fueron las mismas tribus chapinas que se mataron unos a otros y el emisario español solo necesito sacar el botín. Desde entonces nos “clasificaron” en Mestizos, Ladinos, Criollos e Indios y hasta hoy ONGES internacionales nos dividen en Indígenas, Garífunas, Xincas y Ladinos y nos instan a no olvidar y no perdonar. Estas diferencias impuestas (porque si nos une la tierra y la sangre, nuestras costumbres y el color de la piel no importan) nos hicieron sumamente difícil llegar a independizarnos y comenzar a ser nación. Los albores de nuestra historia fueron traspiés uno tras otro metiéndose zancada entre liberales y conservadores, unos defendiendo intereses nacionales y otros movidos por extranjeros por intereses particulares. La revolución fue inminente pero extranjeros nos convencieron que esta no servía de nada y nos aventaron a una guerra fratricida que nos congelo por más de 30 años y que todavía nos mantiene divididos ideológicamente.

La unidad nos llevo el año pasado a ponerle un hasta aquí a la clase política y demandar una nueva forma de hacer gobierno, pero la lucha anticorrupción nuevamente amenaza con levantar bandos entre guatemaltecos. No me malinterprete por favor por supuesto que estoy a favor de la lucha anticorrupción, pero es que hoy parece que mas que buscar justicia buscamos venganza y poco nos importa quien rompió los platos sino quien los paga. De la búsqueda de la verdad nos estamos yendo a la acusación mutua y a buscar muchas veces con artilugios demostrar que mi paralelo es el más malo. Cada cual nos creemos dueños de la razón y tomamos bando con quien nos da “buena espina” sin averiguar, o por lo menos escuchar diferentes puntos de vista creemos lo que nos dicen y nos volvemos intolerantes ante quien se atreve a pensar diferente a nosotros.

Piénselo ¿porqué en disciplinas individuales, si estamos logrando sobresalir?, talvez nos hace eco como decían los abuelos “no necesitamos tecomates para nadar”, “no nacimos acuachados”, “vos cuidá tu nariz y hay los demás que cuiden la suya”. ¿No será acaso que el deporte nos demuestra que no sabemos, o no queremos trabajar juntos?

Ahh si nos uniéramos como hermanos y buscáramos todos juntos nuestro destino, yo personalmente creo que seríamos una súper potencia mundial. Sino miremos hacia Japón, se colocó en ese nivel siendo mucho más pequeño que nosotros. Pero nosotros a pesar de todo lo que le he dicho somos una gran nación. ¿Será por eso que constantemente de otros países históricamente nos convencen de pelearnos? Porque saben que si nos unimos creceremos hasta convertirnos en una amenaza para su estatus quo.

El equipo de futbol de Islandia demostró como dice el slogan comercial que: “no hay que ser grande, para ser grande” bueno yo lo diría “hay que ser grande en la mente para ser grande en la realidad”. Los Islandeses nos hace un llamado a dejar de lado nuestros intereses particulares y unirnos por el bien de todos, nos recuerda la frase del productor y presentador de televisión norteamericano Hugh Downs: “En un mismo país, afirmar que mi destino no está ligado a los otros es como decir: “Solo tu lado del barco se está hundiendo”. Si Guatemala se hunde, nos hundimos todos; si nos unimos, todos llegaremos felices al puerto, es decir a nuestros sueños.

La afirmación de que “la unión hace la fuerza” no es moderna, lo dijo Jesucristo hace más de dos mil años “Una casa dividida contra sí misma no prosperará”, es casi una ley; como la gravedad, por lo tanto lo contrario también es cierto “Una casa unida consigo misma prosperará”

Soñemos en grande, unámonos en grande, trabajemos en grande y sin duda lograremos cosas grandes, Islandia nos alumbra el camino, ¿lo seguiremos?

Juan Carlos Sasbin