martes, 23 de agosto de 2016

EL TRABAJO NO ES UNA MALDICIÓN

Es erróneo creer que el trabajo es un mal necesario, esta creencia viene del relato Bíblico acerca de la maldición de Dios sobre Adán por haberle fallado, pero si vamos a esa fuente nos damos cuenta que en realidad el primer hombre ya trabajaba antes del evento conocido como “la caída”, la maldición consistió en tener que hacerlo por sobrevivencia y en que fuera penoso. Sin embargo aun esa maldición; según el libro sagrado ha sido removida. Pero esa, como dice aquel anuncio… es otra historia.

 Volviendo al trabajo, estoy convencido que no tiene por qué ser una maldición, excepto como lo fue en tiempos de la esclavitud, la guerra o en el capitalismo malentendido de la explotación del hombre por el hombre, y claro en el trabajo infantil. Pero eso tiene que ver más con el corazón de quienes ostentan el poder y no con el “sagrado trabajo” así como le decía los abuelos.

Hoy en día muchos se ven en penosas labores por el anhelo de sobrevivir y otros porque han caído en la trampa del consumismo y quieren tener estilos de vidas que no pueden pagar. Pero yo siempre lo he dicho, si no te gusta tu trabajo “cámbiate”, tú tienes la potestad de hacerlo. Claro responsable e inteligentemente para no entrar en crisis innecesarias. Mi suegro diría: “haz como el mono: no te sueltes de una rama sin estar agarrado de otra”, pero búscale my friend, comienza ya a buscar el trabajo de tus sueños, claro, si estás preparado para ello.

Dicho esto; quiero compartirles tres palabritas para poder decirle a nuestra labor diaria “El Sagrado Trabajo”: actitud, enfoque y vocación.

“Es importante trabajar en lo que amas, pero más aún AMAR EN LO QUE TRABAJAS” el gran escritor Ray Bradbury lo decía de esta manera “Haz lo que amas y ama lo que haces” Eso es actitud, tomar la decisión de disfrutar lo que ahora estás haciendo sea lo que sea. Y es que en última instancia tu desempeño actual te puede llevar hasta el lugar donde sueñas estar, como solía decir el maestro Jesús constantemente: “Quien es fiel en lo poco, será puesto en lo mucho”. Lo “poco” puede interpretarse como el trabajo que no es precisamente lo que quisieras, pero que provee para tus necesidades o que sabes que puede ser una vitrina para que otros te vean y te ofrezcan la tan ansiada oportunidad de tu vida, que vendría a ser “lo mucho”. Los deportistas saben bien que para lograr lo que les gusta “los campeonatos” tienen que aplicarse en lo que no les gusta “los entrenamientos” y que si quieren llegar a la gloria, deben encontrarle el gusto a lo que no les gusta.

Además, el enfoque con el que vemos nuestro trabajo es determinante, tenemos que aprender a ver mucho más allá de lo mecánico, apreciar el sentido final de nuestro esfuerzo en el entramado de la sociedad, donde no servimos unos a otros. Se cuenta una fábula acerca de un edificio en construcción y que alguien pregunto a los albañiles ¿que estaban haciendo? a lo cual uno contesto: “aquí picando piedra” mientras que otro dijo, construyendo la Catedral más hermosa de la historia”, obviamente la sensación de sentido de uno y otro eran totalmente diferentes. Así que; tú no vendes champú, propicias hermosas cabelleras; no atiendes un teléfono, comunicas a las personas adecuadas para que se lleven a cabo grandes negocios; no vendes comida, alimentas a la sociedad; no das clases, preparas a los próximos líderes del mundo, etc., etc., etc. Cambia tu enfoque y cambiará tu ánimo. 

Por otro lado un amigo, Edmundo Guillén, me dijo esta frase un día y se me quedo clavada “Tu vocación surge cuando se cruzan tus talentos con alguna necesidad” que cierto es eso, cuanta gente encuentra su razón de ser cuando atiende grandes necesidades en el mundo. Como la Madre Teresa de Calcuta que quedo prendada cuando vio las necesidades de la gente de su entorno. Pero no solo atender a los necesitados es vocación: ser mecánico es vocación, ser panadero es vocación, ser licenciado es vocación; todas ellas satisfacen necesidades puntuales. (Dicho sea de paso, quiero dejar claro que no estamos llamados a satisfacer “todas las necesidades, pero si al menos una”)

Cuando se habla de vocación rápidamente pensamos en cantante, actor, deportista o algo relacionado con la fama. Estas son posiciones están llenas de mercadeo por ello creemos que esa es nuestra vocación, pero déjame motivarte a pensar en tu vocación con esta frase que siempre he acuñado: “ama la profesión, no la posición”, sí, algunos luchan por llegar a ser jefes o estrellas, solo por el deseo de ser reconocidos, pero si buscamos profundamente en nuestro ser, descubriríamos que hay anhelos en ti que nada tienen que ver con las posiciones famosas sino el simple deseo de cumplir con una “misión” divina para lo cual fuste configurado. Recuerda siempre, hagas lo que hagas: “ama la profesión no la posición”. Estoy seguro que el mundo esta esperando por los mas destacados científicos, inventores, agrónomos, literatos, químicos, biólogos y cantidad de profesiones no convencionales que cambiaran el curso de la humanidad.  (Por cierto: le harías un gran bien a tus hijos si les ayudas a buscar no una profesión que les “convenga” económicamente, sino que desde jóvenes apunten a los que les apasiona, sin descuidar la educación formal)

¡Déjame motivarte! EL TRABAJO NO ES UNA MALDICION ahora mismo he trabajado para ti escribiendo este blog, y te juro que lo disfrute cual Messi jugando al futbol, de hecho estaba plácidamente descansando un día de asueto, disponiéndome a hacer una siesta, cuando estas ideas empezaron a venir a mi mente y tuve que “trabajar” no porque alguien me lo pidiera, o porque tuviera necesidad sino… POR EL PLACER DE HACERLO.


emotivamente, tu coach: Juan Carlos Sasbin

ME AGREGARIAS MUCHO VALOR SI DEJAS TUS COMENTARIOS EN EL ESPACIO ABAJO, GRACIAS